(Tendremos que rendir cuentas)
Como creyentes no debemos desfallecer, nuestra CONFIANZA está en DIOS y en sus promesas, un Dios REAL que no miente. Ante ÉL, en su Santo Tribunal estaremos cara a cara.
6Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7(porque por fe andamos, no por vista); 8pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. 9Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. 10Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo - 2 Corintios 5:6-10
Debemos tener nuestra mira en lo que será nuestra vida por la ETERNIDAD en presencia permanente de Dios, es más, deberíamos anhelar fervientemente ese día. Por ahora, estamos acá, y es nuestro deber proclamar la PAZ de Dios, proclamar las buenas nuevas y esperar paciente y santamente la venida de nuestro Amado Señor haciendo todo lo que le es AGRADABLE a ÉL.
Si bien es cierto que nuestra presencia eterna ante Dios está garantizada por ser hijos de Dios, es necesario tomar nuestra condición de creyentes muy en serio, entendiendo que nuestra vida cristiana no es nada fácil y que, aunque muchas veces deseamos partir ya y estar en la presencia del Señor, es necesario que antes cumplamos con la misión que Dios nos ha dado en esta tierra de Proclamar Su Evangelio a toda criatura.
Es un trabajo muy difícil por la misma oposición del enemigo y por los mismos rezagos de la vieja naturaleza que aún hay en nosotros y que obligan a Dios a tratarnos con firmeza, buscando conformarnos a la imagen de su Hijo, para que podamos ser testigos fieles.
Ese trabajo de Dios, manifestado a través de las pruebas, duele, y DUELE MUCHO, y es por eso que por momentos pensamos que ya no somos capaces, pero no debemos desmayar, tenemos que rendirle cuentas a Dios en el Tribunal de Cristo por lo que hayamos hecho después de tener ese precioso galardón de la Salvación.
A Dios tendremos que darle cuentas de cada buena y de cada mala actitud, de cada falta, de cada error, de cada pecado, de nuestra misma mediocridad y falta de diligencia. A ÉL no podremos esconderle absolutamente nada.
ASÍ que ADELANTE, a luchar con el pecado, a luchar contra la mediocridad y a hacer las cosas de CORAZÓN, como para Dios y no para los hombres. Nuestro estilo de vida tiene que cambiar, hay que olvidarnos de las cosas que se ven y poner nuestra mira en las cosas celestiales, pensando siempre en OBEDECER y AGRADAR a Dios.
Varias RECOMENDACIONES derivadas de este precioso y alentador pasaje:
Entender que DIOS solo nos llevará a su PRESENCIA cuando haya CUMPLIDO su PROPÓSITO por el cual nos Salvó.
Que no tengamos NADA porque AVERGONZARNOS en su SANTO TRIBUNAL.
Vivir sabia y santamente esperando la venida del Señor.
Hacer todas las cosas que son AGRADABLES a Dios.
Tener claro que tendremos que comparecer personalmente ante el Tribunal de Cristo.
Debemos rendirle cuentas a Dios por todo lo que hayamos hecho, sea bueno, o sea malo.
Hacernos el propósito firme de cambiar aquellas cosas en las cuales estamos desagradando a Dios, obedeciendo 100% a sus preceptos y mandamientos.
Tomar muy en serio nuestra condición de Creyentes y de obreros del Señor, santificándonos más y más cada día.
El TRIBUNAL de CRISTO nos espera, preparémonos
1. Confiar y anhelar plenamente en las promesas de estar al lado de Dios por la eternidad (Vs 6-8)
2. Cumplir con nuestra tarea agradando a Dios en todo (Vs 9)
3. Esperar que en nuestra presencia ante el tribunal de Cristo no seamos avergonzados (Vs 10)
Dios nos recuerda hoy nuestra rendición de cuentas en el Tribunal de Cristo, quien nos habla es un Dios justo, que tiene en cuenta todos los detalles, a quien no podemos engañar y a quien tendremos que rendir cuentas por nuestro trabajo para ÉL.
Debe llamar nuestra atención el hecho de que CADA UNO tendrá que estar frente a frente con nuestro Amado Señor rindiendo cuentas en Su Tribunal.
Esto es para aplicarlo YA MISMO, viviendo una vida que AGRADE a Dios antes que a los hombres; basándonos 100% en lo que diga Dios y no en lo que piensen los hombres; obedeciendo 100% a su Palabra, alejándonos de todo tipo de pecado, cuidando cada una de nuestras palabras, SANTIFICANDONOS en TODO.
Alistémonos para ir al TRIBUNAL, va a ser MUY PRONTO,
Fabio
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