Hagamos lo que CRISTO haría
Jesucristo no paraba de hacer BUENAS OBRA: Milagros, maravillas, obras permanentes, todas ellas daban testimonio de sus DIVINIDAD. La lista podría ser interminable: Sanaciones, pesca milagrosa, destierro de endemoniados, resurrecciones, tempestades calmadas, alimentaciones masivas, etc, etc. Así lo manifestó el mismo Jesús:
8Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. 11Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. - Juan 14:8-11
Solamente a través de Jesucristo es posible llegar al Padre, ÉL es el único CAMINO, su VERDAD es la única verdad, en ÉL está la VIDA eterna. Solamente IMITANDO a Cristo agradaremos al Padre, ÉL es el ejemplo a seguir.
Lamentablemente el mundo anda en busca de otros dioses, desacatando a Dios, irrespetándolo e ignorando la Obra de Cristo. Debemos entregarnos de lleno a ÉL, esperando en ÉL, confiando en ÉL y predicando su Evangelio, es la única forma de llegar a la presencia de Dios, arrepintiéndonos como Él nos enseña, reconociendo su Obra, creyendo en ÉL y aceptándolo como nuestro Salvador.
Ya, gracias a la Obra de Cristo y al beneficio de haberlo conocido como nuestro Señor y Salvador, hemos podido conocer al Padre. Ahora como hijos de Dios tenemos una relación íntima con ÉL, sabemos que nos escucha y nos guía a través de Su Palabra y de Su Espíritu Santo morando en nosotros. Jesús lo demostró con hechos y no solo con Palabras, que todo el PODER de Dios estaba en ÉL.
Debemos convencernos de la TRINIDAD de Dios, estar seguros de que Cristo es el mismo Dios encarnado quien vino a pagar por nuestros pecados, a fin de que seamos SALVOS y su Espíritu Santo more en nosotros guiando nuestros pasos hacia una eternidad indescriptible en Su Presencia.
Antes de tomar cualquier decisión en nuestra mente debe estar el agradar a Dios y glorificar al Padre pensando en lo que Cristo haría en nuestro caso.
Varias RECOMENDACIONES bien importantes:
No DUDAR por un solo INSTANTE que DIOS es TRINO y que por lo tanto JESUCRISTO es el DIOS ENCARNADO.
Jamás olvidarme de JESUCRISTO es DIOS, y que MORA en MI.
No olvidar de TRABAJAR arduamente siguiendo siempre el EJEMPLO de Cristo.
Así como Jesús imitaba al Padre, así nosotros debemos IMITARLO a ÉL.
Aun entregar nuestras vidas por la Obra de Cristo, tal como Él lo hizo para darnos la Salvación.
Imitar el ejemplo de Jesús en cuanto al AMOR por las almas de los hombres.
Entender que no hay otro Camino sino el camino de Jesucristo.
Convencernos de que TODO lo que Jesús nos enseña es la única VERDAD
Tener la certeza de que en Cristo tenemos la Vida eterna
Estar seguros de que no hay otra forma de llegar al Padre sino a través de Jesucristo.
Tener clara la TRINIDAD de Dios
Entender que Cristo y el Padre son UNO solo con el Espíritu Santo.
Si hemos conocido a Cristo, hemos conocido al Padre.
Agradecer a Dios por lo bienaventurados que somos por nuestra Salvación
Gozarnos de la presencia de Dios en nuestras vidas.
No dudar por un momento de cumplir con la GRAN COMISIÓN que ÉL nos ha dejado.
JESÙS siguiendo el EJEMPLO del PADRE
1. Jesús manifiesta claramente Su DEIDAD (Vs 8-9)
2. Jesús confirma su relación con el Padre, son uno solo (Vs 10)
3. Jesús nos invita a que confiemos plenamente en su Deidad (Vs 11)
Dios nos recuerda hoy la DIVINIDAD de Cristo y la forma en que debemos IMITARLO. Es un consejo que viene de un DIOS cuyo amor por la humanidad fue tan grande que se hizo HOMBRE para que lo conociésemos y fuésemos SALVOS.
Debe impactarnos la forma tan CONTUNDENTE como Dios habla de la UNIDAD de la trinidad. Cristo es Dios encarnado y a través de su Espíritu Santo OBRA permanentemente en nosotros sus hijos a fin de que lo IMITEMOS.
Esto es para aplicarlo Ya mismo; respetando la PRESENCIA de Dios en mi vida, valorándola y dejando que Dios obre permanentemente en mí a través de escuchar y obedecer la voz del Espíritu Santo, sintiendo lo que Cristo sentía, haciendo lo que Cristo haría.
Siempre preguntémonos: ¿Y Cristo qué haría? e Imitémoslo
Fabio
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